Bueno, si no es mi gato es mi perro, total que en esta casa no me dejan concentrarme para seguir con este blog. Resulta que Paul se comió el cable de mi laptop. Lo mordisqueó y casi se quema el hocico. Tal vez sea porque relaciona a mi computadora con el objeto que lo aleja de mi total atención, como a él le gusta; así como se devoró mis audífonos del Ipod, porque los relaciona con su paseo diario, que ese día no le tocó porque tengo una vida.
El chiste es que he estado persiguiendo el cable de mi hermana y no siempre me alcanza la batería para hacer mis múltiples proyectos de índole social, laboral, recreativa y ociosa. Pero hoy tengo un remanso de ocupaciones y aprovecho para contarte lo que he hecho interesante este mes.
Primero, Coliflor Rellena. Este platillo lo probé por primera vez en Estados Unidos; una mujer muy amable, con quien estuve cerca de emparentar, hizo un día este platillo. En esa parte de Estados Unidos (St. Louis Missouri y un poco más al sur) les gusta cocinar los vegetales para platillos salados con un toque dulzón. Por ejemplo, hacía un brisket o pecho de res con salsa Barbeque preparada con azúcar mascabado, los elotes con mantequilla y azúcar para acompañar una chuleta de cerdo, y lo que nunca pude tolerar: frijoles dulces.
Como yo conocí a este platillo, se le ponía en la salsa de jitomate un par de cucharadas de mermelada de zarzamora o frambuesa, la verdad estaban ricas. No te escandalices; mi abuelita sin ir más lejos le pone refresco de naranja al albondigón. Pero en esta ocasión y porque es la primera vez que intenté el platillo quise buscar una receta sin mermelada o refresco o azúcar mascabado. Sí lleva un poco de azúcar la salsa, pero sólo el toque necesario para equilibrar la acidez del jitomate. Y para aquéllas personas que les guste la practicidad, una vez hechos los rollitos pueden ser echados directamente a la olla express, como se hace con las albóndigas.
La única lata es blanquear las hojas de col (pasarlas por 5 minutos en agua hirviendo con sal) para que puedan tener flexibilidad y no se rompan al poner el relleno. La verdad valen la pena.
Esta receta la encontré en http://www.foodtv.com/ bajo el nombre de stuffed cabbage o galumpkis, su nombre polaco. Tyler Florence hace su versión del platillo, el resultado final es muy rico.
Para la salsa agridulce (si quieres ahorrarte tiempo y esfuerzo, puedes saltarte este paso y comprar cualquier salsa de jitomate para pasta en el súper, pero ésta queda muy buena).
750 gr. de jitomate de buena calidad
2 dientes de ajo picados
2 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharada de azúcar
2 cucharadas de vinagre de vino blanco o de manzana
sal y pimienta recién molida
Poner a calentar el aceite, saltear los ajos, al minuto se agegan los jitomates finamente picados, a los 5 minutos el vinagre y el azúcar, y se deja a fuego lento por 5 minutos. Salpimentar y retirar del fuego.
Para el relleno
Aceite de oliva, aprox, 4 cucharadas
1 cebolla amarilla picada
2 dientes de ajo
2 cucharadas de pasta de tomate o 3 de puré
chorrito de vino tinto
2 cucharadas de perejil picado
500 gr. de carne molida de res
500 gr. de carne molida de cerdo
1 huevo
1 1/2 tazas de arroz blanco precocido
sal y pimienta
1 col grande
En una sartén dorar en el aceite la cebolla y ajos hasta cristalizar, agregar la pasta de tomate, media taza de la salsa ya preparada de tomate, perejil y el chorrito de vino tinto, mezclar hasta incorporar y retirar del fuego.
En un bol mezclar la carne molida, arroz, huevo y la mezcla de la cebolla, salpimentar generosamente.
Deshojar la col procurando que se quiebren lo menos posible, las rotas se van a reservar para el fondo de la olla de cocción. Se pone agua a hervir, se agrega sal y se pasan las hojas por 5 minutos para que se vuelvan manejables. Se dejan descansar en un bol con agua helada, es entonces cuando se comienza con el ensamblado. Se corta la vena de las hojas para que puedan doblarse mejor.
Se rellenan las hojas con un puño de la mezcla de carne, y se enrollan, se van colocando en la olla, sobre la cama de hojas de col rotas. Al final se cubre con la salsa de tomate restante, se esparce al final un poco de aceite de oliva y salpimienta. Si sobraron hojas también se pueden colocar encima para mantener la humedad en la cocción. Se cuece en la olla express por aproximadamente 40 minutos.
Esta receta es algo elaborada, te recomiendo que si la vas a hacer, sea un día en el que le puedas dedicar un par de horas, como un fin de semana familiar. Por cierto esta receta les encanta a los niños, aunque en la foto no parezca. Se acabó su platito y pidió más.