domingo, 9 de enero de 2011

Sopa de cebolla



Han pasado varios meses desde mi última receta. Eso no quiere decir que no me he metido en la cocina, digamos que he estado absorta en otros proyectos. En este tiempo he hecho muchas pastas y leguminosas, cremas de vegetales y arroz. Cositas que se tienen que crear con un poco de ingenio y una pizca de sal cuando el monedero se encoge. Creo que haré un apartado especial para menús de poco presupuesto, algo que comprobé fue que no se necesita mucho dinero para tener una comida sustanciosa y nutritiva. Pero bueno, este año será diferente y empezamos con un ejemplo de una sopa absolutamente deliciosa que no implica un desfalco monetario.



Estábamos en los preparativos de la cena de año nuevo en donde hicimos romeritos (dos días de preparación. Horas en la cocina. Cinco diferentes procesos. ¡buenísimos!), pierna mechada, ensalada de manzana y bacalao. Sólo faltaba una sopa que iniciara con el festín. Algo que abriera el apetito y que a la vez fuera simple. Pensé en hacer una sopa de cebolla estilo francés, que la verdad quedó excelente. Aquí está la receta.





Sopa de Cebolla


De la página de Williams Sonoma.



1 kilo de cebolla. O como 5 medianas, blancas o amarillas.



3 cucharadas de mantequilla.



1 cucharada de aceite vegetal o de oliva



una pizca de azúcar



sal y pimienta recién molida



2 tazas de vino tinto (yo usé sólo una. por mi casa no existe el término "vino para cocinar")



8 tazas de caldo de res.



una hojita de laurel



rebanadas de baguette



queso gouda o gruyère





Rebanar las cebollas muy finamente. Si tienes mandolina mejor, con mucho cuidado porque rebana dedos por igual. Poner a calentar en una cazuela la mantequilla y aceite, echar las cebollas separando bien los gajos. Agregar el azúcar, sal y pimienta y mezclar bien todo para que empiece a caramelizar el azúcar, la sal ayuda a soltar los jugos de la cebolla. Dejar cocer por 25 minutos más o menos sin descuidar la cebolla, meneando constantemente para que no se queme. En cuanto esté suave y color dorada, se incorpora el vino y se deja a que reduzca la cantidad de líquido a la mitad. como unos 8-10 minutos a fuego alto.






Se agrega el caldo y la hoja de laurel y se deja a cocer sin tapa por 45 minutos, a fuego medio, si se empieza a evaporar el agua y los sabores son muy concentrados, se agrega un poco de agua y se tapa la cazuela.






Se retira la hoja de laurel y antes de servir se doran los panes en un hornito, gratinados con el queso. En cada plato se monta una rebanada de queso.