De la página de Williams Sonoma.
1 kilo de cebolla. O como 5 medianas, blancas o amarillas.
3 cucharadas de mantequilla.
1 cucharada de aceite vegetal o de oliva
una pizca de azúcar
sal y pimienta recién molida
2 tazas de vino tinto (yo usé sólo una. por mi casa no existe el término "vino para cocinar")
8 tazas de caldo de res.
una hojita de laurel
rebanadas de baguette
queso gouda o gruyère
Rebanar las cebollas muy finamente. Si tienes mandolina mejor, con mucho cuidado porque rebana dedos por igual. Poner a calentar en una cazuela la mantequilla y aceite, echar las cebollas separando bien los gajos. Agregar el azúcar, sal y pimienta y mezclar bien todo para que empiece a caramelizar el azúcar, la sal ayuda a soltar los jugos de la cebolla. Dejar cocer por 25 minutos más o menos sin descuidar la cebolla, meneando constantemente para que no se queme. En cuanto esté suave y color dorada, se incorpora el vino y se deja a que reduzca la cantidad de líquido a la mitad. como unos 8-10 minutos a fuego alto.
Se agrega el caldo y la hoja de laurel y se deja a cocer sin tapa por 45 minutos, a fuego medio, si se empieza a evaporar el agua y los sabores son muy concentrados, se agrega un poco de agua y se tapa la cazuela.
Se retira la hoja de laurel y antes de servir se doran los panes en un hornito, gratinados con el queso. En cada plato se monta una rebanada de queso.